domingo, 2 de junio de 2013

glups

El otro día estaba en el parque con mis BFF tomándome un batido de fresa. De pronto se me acercó el chico que me gusta y de lo nerviosa que me puse, apreté tanto el batido que salió de un chorro por la pajita y ¡nos manchó a los dos! El chico que me gusta se enfadó un poco y yo ¡me morí de vergüenza! ¡Menudo Glups!



El otro día, yendo a clase, iba escuchando música en el mp3, y me puse a cantar un poco en alto pensando que iba sola. Me emocioné tanto en el estribillo, que de repente noté que alguien me daba un golpecito en la espalda, ¡era el chico que me gustaba! Se empezó a reír un montón y me dijo ¡que iba a llover como siguiera así! ¡Me quise morir del corte! :-S



El otro día participé con mi BFF en una carrera solidaria que hacían en el cole, y además me enteré de que también iba el chico que me gusta. En la salida, me coloqué a su lado para que se fijase en mí y viese que también me gusta el deporte. Al dar el pistoletazo de salida, todo el mundo empezó a correr como loco, se me cruzó un niño y ¡me caí! Lo peor no es eso, lo peor es que al caerme, también tiré al chico que me gusta. Le pedí perdón y todo, pero se enfadó tanto por haberle atrasado en la carrera, que estuvo un tiempo sin hablarme. ¡Glups
Hola, me llamo Nagore y vivo en el Pais Vasco, Segura (Gipuzkoa). Una vez fui a Lanzarote y, como mi hermana y yo somos rubias, todos los niños ingleses creían que mis primos, ella y yo ¡éramos ingleses!  Como yo voy a una academia de inglés me obligaron a hablar a mí. Empecé a decir: “NO SPEAK ENGLISH”, que significa “no hablar inglés”, queriendo decir que no hablábamos inglés. Los niños creían que les decíamos que no hablaran. Se chivaron a sus padres y les dijeron que les echábamos la bronca por hablar. Los padres, enfadados, nos empezaron a decir que no teníamos derecho a decirles a sus hijos que no hablaran. Mientras tanto, yo intentaba traducir lo que decían mis primos y mi hermana, pero los padres de los niños creían ¡que nos estabamos burlando! Al final les hicimos entrar en razón, ¡pero no veáis qué vergüenza pasé!






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